¿Qué es la contractura muscular?
Una contractura muscular es la contracción persistente e involuntaria de un músculo.
Puede presentarse como causa o consecuencia  de un dolor, se da cuando el músculo no puede realizar un esfuerzo correctamente, ya sea  porque no esté preparado o este débil.
Otras  causas comunes de las contracturas son:
  • Posturas estáticas: Hacen que el músculo este en la misma posición durante mucho tiempo.  Esto hace que el músculo se fatigue y se debilite.
  • Sedentarismo: Ya que los músculos no están en condiciones optimas de salud, están débiles y las contracturas acuden a este tipo de musculatura con más frecuencia.
  • Estrés: Por la liberación de elementos químicos que llevan a la contracción involuntaria y sostenida del músculo.
 
¿Cómo se produce una contractura muscular?
Una  contractura puede formar básicamente como consecuencia de dos procesos:
1. Cuando se le exige al músculo un trabajo superior al que está capacitado, ya sea puntual e intenso (como en el caso de las lesiones por esfuerzo repetitivo).
2.  Cuando el músculo  esta débil y no tiene potencia suficiente para llevar a cabo trabajos que tiene que realizar.  Este es el caso típico de las contracturas de los músculos paravertebrales de un lado específico de la espalda a causa de una escoliosis, ya que un lado de la musculatura se atrofia, lo que conlleva una asimetría de cargas y debilidad de uno de los lados.
 
Tipos de contracturas
Básicamente existen dos tipos de contracturas:
  • Durante el esfuerzo: Son contracturas que se producen por el acumulo de desechos metabólicos dentro de la fibra muscular. Cuando se efectúa un movimiento brusco, los vasos sanguíneos musculares  no están preparados para trabajar tan rápido y cuando se liberan los elementos tóxicos provocan al mismo tiempo dolor y contracturas. Esta es una de las razones por las cuales  el calentamiento previo al ejercicio es tan importante.
  • Después del esfuerzo: En este caso las contracturas ocurren por el estiramiento de la fibra, su trabajo excesivo, y  en muchas ocasiones la falta de estiramiento y correcta recuperación al terminar la actividad deportiva.
 
Tratamiento y recomendaciones
Las contracturas si bien con comunes, son fáciles de evitar. Para ello siga estos consejos:
  • Realice siempre  un calentamiento previo al ejercicio de unos 10 minutos.
  • Estire correctamente después del ejercicio. Si no sabe como estirar, pídale a un instructor o profesional  que le guíe.
  • Recuerde hacer el ejercicio de manera progresiva y adaptándose en cada situación.
  • Si entrena con pesas, levante el peso con el que pueda resistir y completar la serie.
Cuando sufra una contractura, visite un fisioterapeuta. El tratamiento dura dependiendo de la gravedad de la contractura.
Retomar la Actividad Física

Cuando el fisioterapeuta considere que ya está en óptimas condiciones para volver a la actividad física, le recomendamos:

  • Hablar con un entrenador/a cualificado para revisar su programa de entrenamiento y adaptarlo a su condición física actual.
  • Realizar un calentamiento estricto de las zonas afectadas y posteriormente estiramientos.
  • Entrenar de manera progresiva con un peso adecuado que permita terminar las series de entrenamiento de la musculatura sin dificultad.
Para mejorar la calidad del entrenamiento, recuerde que siempre puede contratar un   entrenador/a personal que le ayudara a entrenar con mayor seguridad y realizar estiramientos pasivos que mejorarán el estado del músculo.