La cantidad de horas que pasamos sentados, la tensión y el cansancio hacen que en el día a día sea casi más fácil evitar las malas posturas que buscar las buenas, según reconoce el experto. Por eso aconseja escuchar al cuerpo pues si de verdad lo hacemos notaremos una gran mejoría. Así, una buena postura suele ser cómoda y no nos cansa demasiado, mientras que las molestias o el cansancio son avisos del cuerpo que, de alguna manera, nos está diciendo «por favor, descansa o colócate bien». Más Información: ABC